1 – Paciente de 29 años, futbolista profesional, que viene a consulta diagnosticado de pubalgia y con propuesta definitiva de cirugía.
En la exploración se encontró una contractura importante de los aductores de la pierna derecha y una lesión osteopática a la altura del ciego que, seguramente sería el fondo del problema, siendo las contracturas reflejas.
El tratamiento consistió en tratar, como siempre con técnicas funcionales, lo mencionado anteriormente (aductores y ciego).
En muy poco tiempo y pocas sesiones mejoró considerablemente y se recuperó completamente sin cirugía y pudo volver al deporte activo.
2 – Paciente de 40 años, que vino a mi consulta con una lumbalgia importante y disfunciones digestivas (digestiones lentas, hinchazón abdominal, etc.).
Todo esto comenzó a la vuelta de un viaje por diversos países en el que sufrió una intoxicación digestiva u otra alteración que no fue diagnosticado en origen.
En la exploración osteopática había una contractura importante del músculo psoas izquierdo y una lesión osteopática en intestino delgado (se notaba una adherencia general entre asas intestinales y una retracción del mesentereo sobre la pared abdominal posterior).
Fue tratado con técnicas funcionales y se recuperó de ambos síntomas.